31 de enero de 2010

Un nuevo viaje

Mañana a esta hora, muchos kilómetros habrán pasado. Varias ciudades, muchos paisajes, infinitas personas y demases. Todo ira pasando. La ciudad elegida de destino llegará pronto. A veces no se sabe si uno quiere que el viaje no termine, o que termine luego. Alguna lectura para el camino, un poco de comida y líquido. Música tal vez. Una siesta matinal y 7 horas en la noche de dormir, sintiendo la velocidad. 10 días de disfrutar y de bolsear también. Motivante. Un poco de nerviosismo antes de partir, debido a lo desconocido, a lo bueno que puede pasar, a que la expectativa es buena y si se cumple será excelente. Adiós Santiago, bienvenidas vacaciones (de las verdaderas).

21 de enero de 2010

...

Varias cosas no me gustan y unas cuantas no se pueden cambiar.
Una de ellas es mi sistema de "extrañar a las personas".
Es raro porque podría pasar solo muchos días, y sentir que no extraño a nadie, que incluso está bien no ver personas cercanas, y tal vez algunos días de soledad sí, pero después de semanas sigo creyendo que está bien. En verdad creo o me hago creer que no extraño a nadie. Lo malo es que cuando veo a alguien después de algún tiempo, me doy cuenta de cuanto extraño estar acompañado, mas específicamente de amigos. No me gusta porque si miro hacia atrás pienso que estuve mucho tiempo solo, y que si miro hacia adelante igual los extrañaré. No me gusta y ha sido así desde hace mucho tiempo. Y no puedo cambiarlo, porque esto "viene de fábrica".

14 de enero de 2010

Recordar


Recordar es algo natural. El asunto es que cada uno lo hace de manera diferente y es algo que no se puede forzar. En mi caso existen ciertas fotos. La de arriba es de mi cumple 17. ¿Por qué capitán? Creo que aún no lo sé, pero es un sueño como cualquier otro . Pero la banda esa no significa frustración sino un buen día. Canciones, juguetes, fotos, frases que vuelven con el tiempo. Todo eso te lleva hacia atrás, la mayoría de las veces para algo bueno y sonreír; y si es malo está ahí para que no vuelvas a lo mismo. Esa debería ser la utilidad, pero como ya dije antes para todos es diferente. Sólo que hace poco se me olvidó un detalle y este es que para recordar algo ya tiene que haber pasado o tiene que existir cierta distancia temporal con lo que se quiere encasillar como un recuerdo. Por eso cierta canción no evoca nada. Aún.

9 de enero de 2010

Campo de batalla

Era mas de media noche. Del cielo caían rayos, los truenos retumbaban en mis oídos. La oscuridad lo envolvía todo, pero la costumbre y la naturaleza me permitían ver los detalles. Podía ver perfectamente los diferentes arboles y como sus hojas se movían con el viento. No hacía frío, no al menos para mí. Algo en mi instinto me decía que debía aguardar, que no me debía mover de aquel lugar. Esperé un rato, mientras las nubes seguían con su espectáculo. Hasta que escuché un débil ruido a mis espaldas. Me sonreí y giré para ver a ese enemigo acercarse. Era sólo uno más, uno sin alguna diferencia a muchos que ya han pasado y han salido derrotados. Lo miré haciéndole saber que no era nada, que no tenía oportunidad. Si era sensato se retiraría; pero me devolvió la mirada de una manera amenazante e intentando hacerme creer que yo era el que perdería, lo cual sólo significaba una cosa: luchar. Lo observé brevemente y me acomodé mientras el hacía lo mismo. Mientras girábamos en círculos, sin dejar de estudiarnos, prestaba atención al terreno. Me gustó comprobar que muy cerca nuestro existía un precipicio para nosotros, que para otros no sería mas que un simple salto; lo cual era sinónimo de riesgo, de valentía. Miré nuevamente los ojos de mi adversario y pude ver sus ganas de atacar, asi que esperé hasta que se decidiera a hacerlo. Segundos después atacó. Era una batalla formidable, un gran adversario. Logró herirme un par de veces, yo lo hice otras tantas. En el fragor de la batalla nos acercamos al precipicio. Sí, caímos. Sólo un detalle había escapado a mi estudio del lugar. Una gran barra de metal un poco mas abajo del borde nos esperaba. Ambos rebotamos en ella mientras caíamos, la barra cedió un poco. La caída siguió y vi la oportunidad del triunfo. Intenté girar sobre su cuerpo, mientras el se resistía, pero lo logré. Triunfante, me mantuve encima hasta que llegó el golpe en la tierra. Aproveché esos segundos de dolor para hacerle mas daño. Se sacudió de dolor, viendo su sangre salir de su cuerpo, manchando el pasto. Logró salir de mi mortal abrazo y escapó. Lo seguí por un momento, para que le quedara clara su derrota. Un derrotado más a la lista. Lo que unos llamarían arrogancia creció en mi, yo simplemente lo llamaría grandeza, o tal vez magnificencia.

Al otro día, me acicalaba en el lugar de la batalla, mientras observaba a dos humanos que observaban el trozo de metal golpeado. Según supe después veían como arreglar algo que se llama "canaleta".

5 de enero de 2010

The beginning

"There was a time"... blablabla
No será el típico de los comienzos.
Ni uno extraordinario.
Simplemente es uno. Solamente se hace y ya.
The first step.