3 de mayo de 2011

Nada con todo

El efecto de dormir 3 horas y media. A estas alturas del día lo único que quiero es enojarme, mandar todo a la mierda un rato, y "morir". Morir durmiendo, claramente. Ganas de pegarle a un punching bag.

But inside my mind: "I'm sorry. I didn't want to get mad at you. It just happened."

31 de marzo de 2011

Par de patos

Par de patos es igual a 22. He aquí algunos hechos:


2 son los amigos de toda la vida.


2 son los goles que he cedido en los clásicos contra hispánicas y 2 son los penales que he atajado en definiciones.


2 ex.


2 semestres enteros que estudié historia, 2 los ramos que me heché.


2 las cimarras en el colegio, aunque bien mulas que fueron.


2 veces he cambiado el color de mi pieza.


2 las medallas que gané jugando tenis.


2 conciertos a los que he ido y 2 son las bandas que deberían venir.


El dos ayuda a formar el 29. Solamente 2 años no me correspondió ese número en el colegio.



Hace 2 minutos comencé a escribir esta entry.


Hace 22 minutos que chateo con la Jael.


Hace 2 horas llegué a la casa, después de uno de los mejores días del año.


Hace 22 horas intentaba leer para el OPR.


Hace 2 meses estaba en la parcela de los Palas, vacacionando.


Hace 22 meses intentaba escribir una historia con la tinta más alegre del mundo, pero terminó siendo una tinta bastante opaca.


Hace 2 años me acomodaba en mi carrera nueva, y me daba cuenta de que me gustaba mucho.


Y hace 22 años, tenía 2 días de vida.

11 de enero de 2011

Deudas

Las monetarias no me asustan aún. No tengo ninguna afortunadamente.

Las de palabras, de decir y demostrar cosas, ya son parte del pasado. Cada vez mejor.

Las conmigo mismo, prácticamente no existen.

¿Con otras personas? Pocas. Y esas preocupan un poco. A veces se pueden solucionar, y bien.

Y finalmente la mezcla de las dos últimas mencionadas. Pienso en una. No depende de mí, ni de la otra persona. Malditos factores anexos. A guardar la deuda y ver si algún día se puede pagar. Con interés, obviamente.

18 de diciembre de 2010

No apurar ni esperar algo mas lento

Así como es el tráfico en la carretera. Igual. Va a su ritmo. Apúralo si quieres, pero ¿De qué te serviría? Porque por mucho que apures, no depende de ti. Puedes ir mas lento o mas rápido, pero eso va en ti, no en los demás. Acelerar, frenar ... no cambiará casi nada, y si es que cambia. En mi perspectiva se encuentra la idea de que hay que encontrar una misma velocidad, que denote armonía, que si uno acelera el otro también, y si frena cualquiera, el otro ya lo está haciendo. Así creo que todas, pero todas las relaciones interpersonales se dan. Mas allá de lo que estés pensando, todas son así. Se puede llegar a acuerdos, pero regulando, llegando a esa armonía, that is to say, que todo esté en su lugar.
Example: Pensar la talla que hará reír a la persona de al lado. Tiene que ser en el momento preciso de ambos, del que la dice y de aquel que la escucha.
Una filosofía de vida. Y no es fácil. Pero mientras mas sincronización, mejor.
Y si no se da ... lástima, pero that is life.

21 de octubre de 2010

La noche, la última.

No sabía si era medianoche, pero no importaban esos minutos. Si importaba que la casa estuviera oscura y que sus ojos observaran con dificultad. No tenía objetivo claro. Solo sabía que estaba dentro del hogar, justo después de haber cerrado la puerta de entrada, con miedo de dar un paso hacia el interior. Las luces no funcionaban, pero para su fortuna la luna llena ayudaba. Sentía ruidos en el segundo piso. Voces, voces, voces que no podía reconocer. A cada segundo que pasaba distinguía mejor su entorno, pero percibía algo extraño a cada momento, y ese sentimiento crecía y se mezclaba con su miedo. No hacía calor para ser primavera, pero el sudor poco a poco se apoderaba de su cuerpo. Mas ruidos arriba. Tal vez una risa. Tal vez una despedida. Tanto miedo. Tanto que avanzó. Con todo el sigilio que pudo, midiendo sus pasos descalzos, los que eran ayudados por la alfombra para no ser oídos, esquivó todo y llegó a la escalera. Peldaño a peldaño subió lentamente. Sentidos alertas, concentración. Miró el pasillo del segundo piso, observó detenidamente todas las puertas, sabiendo que solo podía elegir una. No supo cómo, pero eligió. Al fondo, a mano izquierda. El tiempo ya no existía, sólo sus pasos. Cuando abrió la puerta no supo lo que vio. Supongo que tampoco le gustó. Lo único que vi desde aquí arriba es que se elevó y llegó a este lugar donde las almas viven tan libres como pueden.

24 de agosto de 2010

Sopita de pollo

Nota: Esto es absolutamente ficticio, solo con pequeñas coincidencias de la realidad.

Una llamada telefónica al teléfono fijo. Una lata bajar a responder, pero nada que hacer, una vez más estaba solo en casa.
- Aló?-
- Freo, tu amiga se enfermó, ven a cuidarla.-
- ¿Tengo opción?- (Aunque ya sabía la respuesta)
- No. En 20 minutos acá.-
Tut-tut. Gracias por sacarme de la duda.
Nada que hacer.
20 minutos después...
- Cuídala, dale de la sopa que hice y que se tome las pastillas.-
Magnífico, ¿qué otra cosa se puede hacer?
Y en verdad eso se puede llamar cuidar a una persona, si tiene tele en la pieza y está acostada todo el día. Easy. A menos que la persona este tan chata de su enfermedad (ya que lleva al menos 10 días en malas condiciones) que anda de un humor bastante "agradable". Este es el caso.
- ¿Me trajiste algo?-
- ¿Qué te podría traer? Me avisaron con suerte hace media hora. Vine corriendo.-
- Exagerado, cof cof. Sabías que estaba enferma. Mínimo algún regalito.-
- No puedes comer nada que te caiga mal.-
- ¿Y un escrito?-
- ¿Y cuándo lo hago?-
- Ahh, chúpalo!-
Con amigas como estas...
- Tss... Agradece que vine, podría perfectamente estar durmiendo en mi casa o haciendo mejores cosas.-
- Naah, no te creo. Tu quieres mucho a tu amiga y por eso viniste.- (Con sonrisa incluida)
Chantaje le dicen por ahí.
- Por supuesto que sí .- (Sin ironía) - A todo esto, ¿hay ido al doctor?-
- No, se me tiene que pasar pronto.-
- Veo como la enfermedad se te pasa.-
- Vale, ¿viniste a molestarme o a cuidarme?-
- Ya filo.-
Las técnicas normales para desestresar a la gente no funcionaban mucho. Así que me puse a ver tele. Algo se me ocurriría después.
Hora del almuerzo.
Sopita. De pollo.
- ¿En verdad tengo que almorzar eso?-
- Sí, y no me obligues a tener que usar la fuerza.- (Amenaza a modo de talla)
- Oe que andai pesado.- (Pero no la entendió).
- Bromas mujer, sabes que tienes que tomartela.- (Paciencia)
- Me aburro pos. Todos los días lo mismo.-
- Si te hago reír ¿te la tomas?-
- Yapoh.- (Aunque desafiante, acababa de perder este desafío. Sabe que siempre se ríe)
- Tu sabes ¿Por qué los chinos son amarillos?-
Resultado: No se tomó un plato, se tomó dos!
Y así, se quebró el hielo. Hablamos de la vida, de sus dramas y de los mios, de como el colegio esta mas lleno de lagis, de mis estudios, deporte y varias cosas más.
Y lo mas importante, se cagó de la risa.

9 de julio de 2010

Depende hacia donde se inclina la balanza

De eso depende la opinión que se genera, la opción de tomar cariño, y también la opción (aunque no se si es opción) de odiar a alguien.
Porque si bien muchas personas merecen más cariño, o tal vez menos, o incluso odio ... Lo que determina todo son acciones, hechos de la vida. Y esos hechos inclinan la balanza.
Por eso es que no odio gratuitamente, y por eso es que sigo en contacto con otras, siendo que tal vez no lo merecen. Inclinaron la balanza para uno u otro lado. Y eso es lo que prevalece. A pesar de que intentaron inclinar la balanza to the opposite side.